Ahorro de Energía
¿Qué es el ahorro de energía?
El ahorro o eficiencia energética consiste en utilizar la energía de mejor manera. Es decir, que con la misma cantidad de energía o con menos, se pueden obtener los mismos resultados, y esto se puede lograr a través del cambio de hábitos, del uso tecnologías más eficientes, o una combinación de ambos.
¿Por qué es importante?
La generación de energía tiene impactos ambientales. Ahorrar energía ayuda a reducir este impacto y contribuye a combatir los efectos del calentamiento global y del cambio climático. Asimismo, las acciones de eficiencia energética hacen que los gastos en energía disminuyan. Recuerda que no hay energía más limpia y barata que la que no se consume. Entonces, tú puedes practicar el uso eficiente de la energía y de esta manera ahorrar y ayudar al medio ambiente.
A continuación se presentan 13 consejos sencillos y económicos que puedes practicar en tu vida diaria:
1. Aire acondicionado
Ubica tus aires acondicionados en lugares frescos, consumen menos energía cuando se ubican en lugares bien ventilados. Cambia regularmente los filtros, según lo que indique el manual del usuario.
El más eficiente es el de tecnología INVERTER. La capacidad de enfriamiento debe ser acorde al espacio físico, por lo que se recomienda multiplicar los metros cuadrados de un área por 1000 para conocer la capacidad que debe tener el equipo. Por ejemplo, si el área es de hasta 12 metros cuadrados, la capacidad recomendada es de 12.000 BTU.
Para la mejor distribución del aire frío te recomendamos utilizar un ventilador de techo o de pared mientras está prendido el aire acondicionado. El movimiento de aire produce una sensación de descenso de temperatura entre 3 y 5°C y su consumo de electricidad es muy bajo.
Cuando encienda el aparato de aire acondicionado, no ajuste el termostato a una temperatura más baja de lo normal; esto no enfriará la casa más rápido y esto puede generar un gasto innecesario. La temperatura recomendada es de 23 o 24°C.
No olvides que debes hacer mantenimientos al menos dos veces al año si usas el aire acondicionado periódicamente, o bien puedes hacerlo cuando notes que el equipo empieza a proporcionar menos frío de lo habitual.
Es importante tener en cuenta además que, de acuerdo al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía en España, la disminución de 1°C en el termostato del aire ocasiona que el aire acondicionado incremente su consumo en un 7%.
2. Refrigerador
El refrigerador es uno de los aparatos que consume más energía en el hogar.
Sitúa el refrigerador alejado de la estufa y fuera del alcance de los rayos del sol. Comprueba que la puerta selle perfectamente y revisa periódicamente el empaque, si no cierra bien puede generar un consumo hasta tres veces mayor al normal.
Deja enfriar los alimentos antes de refrigerarlos. La posición correcta del termostato es entre los números 2 y 3. En clima caluroso, se lo puede situar entre los números 3 y 4.
Abre la puerta del refrigerador lo menos posible y cierra la misma con rapidez, para evitar un gasto inútil de energía
Hay equipos que ya cumplieron su vida útil, en este caso, considera reemplazarlos por otros con tecnología de eficiencia energética.
Si piensas comprar refrigerador nuevo, selecciona el que consuma menos energía eléctrica. Revisa la etiqueta de eficiencia energética, que indica que ese aparato cumple con la norma ecuatoriana y ahorra energía.
Descongela el refrigerador y limpia con un paño húmedo la suciedad que se acumula en la parte posterior, por lo menos cada dos meses. Limpia los tubos del condensador ubicados en la parte posterior o inferior del aparato por lo menos dos veces al año.
3. Focos
Olvídate de los focos incandescentes y reemplázalos por focos led, de preferencia una iluminación led de color blanco. Verifica que tus focos sean de fabricantes reconocidos que ofrezcan altos niveles de iluminación y una larga vida útil.
Para las áreas de uso común, como pasillos, escaleras o estacionamientos, te recomendamos que uses luminarias con sensores de movimiento, e incluso se recomienda reducir al mínimo la iluminación ornamental en exteriores.
También puedes utilizar lámparas fluorescentes compactas en sustitución de focos incandescentes, ya que éstas proporcionan el mismo nivel de iluminación, duran diez veces más y consumen cuatro veces menos energía eléctrica que estos últimos.
No dejes encendidas las luces en habitaciones o zonas de la vivienda que no se estén utilizando. Si por motivos de seguridad es necesario dejar una luz encendida en casa, conéctala a un programador con un horario de encendido y apagado adecuado.
4. Revisa tu instalación eléctrica
Revisa que no haya fugas eléctricas, sobre todo si tu casa fue construida hace más de 10 años:
- Apaga todos los focos y desconecta los aparatos que consumen energía.
- Revisa tu medidor. El disco o el panel digital del marcador debería detenerse por completo.
Si el disco o el panel digital del marcador sigue avanzando, es probable que tengas una fuga eléctrica. En este caso, te recomendamos que llames a un técnico calificado para que revise las instalaciones eléctricas internas.
5. Desconecta los aparatos eléctricos cuando no se utilicen
No dejes encendidas lámparas, radios, televisores u otros aparatos eléctricos cuando nadie los está utilizando. Muchos aparatos consumen energía aunque estén apagados, como el cargador de celular o la computadora, así como las pantallas o las consolas de videojuegos, por lo que recomendamos conectar los mismos a una regleta con interruptor, la cual puede ser apagada cuando no se utilicen estos aparatos.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), estos “vampiros eléctricos” representan hasta el 13% del consumo de luz de los hogares.
6. Compra aparatos eléctricos certificados como ahorradores
Aparatos como el aire acondicionado, el refrigerador, el horno de microondas, la lavadora, la plancha, la televisión y la computadora consumen mucha energía. Al comprarlos, revisa que estén certificados como ahorradores y evita que tu recibo de luz aumente innecesariamente.
7. Utiliza la vegetación a tu favor
Utiliza la vegetación a tu favor; plantar árboles en puntos estratégicos ayuda a desviar las corrientes de aire frío en invierno y a generar sombras en el verano. Las enredaderas o plantas que cambian de follaje cada año dan sombra en verano y permiten el paso de la luz del sol en invierno.
8. Aprovecha la iluminación natural
En las zonas de clima templado en el país, las habitaciones con tragaluces, ventanas o domos no requieren mucha iluminación eléctrica. En las zonas de clima tropical, las ventanas también sirven como fuente de iluminación pero, a causa del calor, su apertura es más recomendable en las mañanas o al final del día.
9. Aplica materiales o pinturas aislantes
Los aislantes en techos o paredes reducen el intercambio de calor con el exterior. En verano, mantienen el ambiente fresco generado por el aire acondicionado y en invierno retienen el calor en el interior. Pinta las paredes y techos de colores claros dentro y fuera de tu casa. Los colores claros en el exterior reflejan la luz del sol, ayudando a que la casa se caliente menos, mientras que en el interior estos permiten que se aproveche mejor la luz natural y artificial.
10. Aspiradora
Los filtros y los depósitos de polvo y basura de la aspiradora, saturados hacen que el motor trabaje sobrecargado y reduzca su vida útil. Cámbialos cada vez que sea necesario. Verifica que la manguera y los accesorios estén en buen estado.
11. Lavadora
Carga la lavadora al máximo permisible en cada uso, así disminuirá el número de sesiones de lavado semanal. Utiliza sólo el detergente necesario; el exceso produce mucha espuma y hace trabajar al motor más de lo conveniente.
12. Licuadora
Una licuadora que trabaja con facilidad dura más y gasta menos; comprueba que las aspas siempre tengan filo y no estén quebradas.
13. Plancha
La plancha es otro aparato que consume mucha energía. Utilizarla de manera ordenada y programada, ahorra energía y reduce los gastos.
Plancha la mayor cantidad posible de ropa en cada ocasión, dado que conectar muchas veces la plancha ocasiona más gasto de energía que mantenerla encendida por un rato.
Plancha primero la ropa gruesa, o que necesite más calor, y deja para el final la delgada, que requiere menos calor; desconecta la plancha poco antes de terminar para aprovechar el calor remanente.
No dejes la plancha conectada innecesariamente, puesto que es uno de los aparatos que mayor potencia posee.
Revisa la superficie de la plancha para que esté siempre tersa y limpia; así se transmitirá el calor de manera uniforme.
Revisa que el cable y la clavija estén en buenas condiciones.